Nosé cuantos ángeles te quieren ayudar, pero tengo la esperanza que ninguno va a poder, desnudarte, no de cuerpo sino de alma, disfrutar ese placer. 
Y la verdad no sé bien a que tengo miedo, nunca fuí mucho de apostar. Una corazonada me dice que es hora de pagar
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Las ideas no se matan.