“A mi vida él vino y el vino. Ellos dos van juntos si lo
pienso. Y me encanta que sea así, me
fanatiza que sea así.”
Dos locos jugando a hacer el amor, a ser el amor. Dos locos,
cruzados por el rock.
Dos rotos y
descocidos, pateando piedritas por la calle, con una birra en la mano, y en la
otra, la mano del que camina al lado.
Se les cae la noche
encima, entre “besos y porros”, dejan que los arroye, saben que hacer cuando
eso pase.
Se quieren fogosamente, para ellos es ahora o nunca. Se
quieren como nunca, él después se va a ir.
En un papelito un teléfono, en cada teléfono un “Estoy acá”
Una amistad no tan amistosa, una confusión, un no saber que
hacer. Que solo se conforma con un, saber que se va a volver.
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