Domingo de pocas sonrisas.

¿Cómo se hace para anteponer el optimismo ante todo?
Hoy me siento mal. Y por lo menos hoy no voy a modificarlo. Por que necesito, aunque sea por un  día liberar todo lo que me hace mal. Desde lo mas mínimo, hasta lo que mas me ahoga.

Hoy me dí cuenta que no estoy haciendo las cosas bien. Que simular que siempre estoy bien, y mostrarme entera y de pie, puede llegar a jugarme una mala pasada ( Como en el dia de la fecha )

Llegar al punto en el que lloras desesperadamente y no sabes explicar el “porque” no me parece para nada divertido, ni ratificante.
Siempre sostuve que llorar hace bien, te descarga, de libera, te descontractura, pero hoy no estuvo bueno.

No sé bien que habrá sido. Quizas un rejunte de cosas, un junte de presiones, de cosas que venía guardando que hoy decidieron sin autorización mía salir.

No puedo tener todo bajo  control, no puedo NO PUEDO. Hoy, me demostré a mi misma eso.
Tengo que saber que mi espalda no puede contra todo. Que a veces necesito pedir una mano. Necesito que me den una mano, sin pedirla. Necesito que me devuelvan lo que doy. Y no es cuestión de egoísmo. Pero me toco, y soy así. Soy la que empuja, la que da, da, da  y da. Y muchas veces no es recíproco. Y ahí, termino cargando en mi mochila no solo mis cosas, sino la de los demas, sin alguien que me diga, que me va a ayudar a alivianar la carga. O, quizas si hay alguien ahí. Pero yo no lo veo. Por que estoy empecinada en que yo “puedo con todo”
Y sabes que? NO PUEDO CON TODO. Y hoy lo digo, y hoy lo acepto.
Hoy, por lo menos hoy, decido dejar fluir lo que me pasa. Hacer una catarsis conmigo misma, para mañana levantarme con una sonrisa. Como debe ser!


Sonreir, siempre. A pesar de todo.  
( Hoy esa linda frase la hago un cuadradito y me la meto en el Toribio. Lo siento, pero hoy es un domingo de pocas sonrisas.